Yo, 23

diciembre 19, 2004

Carla

Dicen que la vida tiene un sentido, supongo que estoy de acuerdo, pero por alguna razón se me escapa el de la mía, salvo que el llenarse de alcohol o hacer tonterías con la computadora sea un fín en sí mismo. De ser así lamento disentir del creador pero ya puede irse inventando otros por que esos no me convencen. Si bien me gusta hacer ambas cosas, no creo haber llegado a este mundo sólo para éso. En verdad, estoy casi seguro que la vida no tiene ningún sentido, sólo estoy esperando que pasen unos cuantos años más para poder demostrarlo. En compensación puedo decir que también pienso que no es demasiado importante que la vida tenga un sentido o no. O quizás sólo trato de convencerme de éso.

La semana del verano que ingresé a la universidad mi viejo me engreía horrores, supongo que al ser su hijo mayor tenía puestas muchas expectativas en mí, y por otro lado, yo no había dado hasta la fecha muestras de interesarme por algo más que no fuera la juerga o la simple vagancia. Si bien toda la primaria fuí primer puesto y medalla de honor del salón, en secundaria con el cambio de colegio también cambié y me negué a ser el nerd que estaba destinado a ser. Los rojos empezaron a aparecer en mis informes bimestrales y me acompañaron toda la secundaria. Salvo los fines de año claro, fecha en la que mis viejos respiraban aliviados. La verdad es que nunca necesité esforzarme para sacar buenas notas, y las malas las sacaba casi a propósito. Y como siempre sabía cuantos puntos me faltaban en cada curso nunca hubo mayor problema, todo estaba bajo control, así conseguí el objetivo que tenía: ser aceptado por todos en el cole. Claro que mis viejos no lo entendieron, pero en el fondo ellos sabían que yo sabía. O quizás el sicólogo del colegio que me vió se los diría, no lo sé.

Lo cierto es que un par de días fuí lo máximo, hasta que el papá de Andrea se apareció en la casa hecho un pichín para informarle a la familia, vecinos y público en general, que yo era el mierda que había embarazado a su hijita. Y yo ni enterado. Si nunca han experimentado ser el mejor y el peor en un solo segundo lean atentamente. Hasta una fracción de segundo atrás era el hijo mimado, papá había prometido comprarme un carro (Yo le pedí una 4x4, aunque sea de segunda), y mamá me dejaba hacer lo que me venía en gana, bueno, siempre era así, pero ahora no renegaba, incluso pasé por el roche de ser llamado ejemplo para mis hermanos menores. Y a la fracción de segundo siguiente ... zaz, era el peor hijo que podía haber. El tipo dejó de gritar un poco cuando vió a mamá, y mamá sólo atinó a llamar al celu de papá para que viniera a arreglar el problema, mientras, el tipo seguía y seguía hablando. Cuando papá llegó, lo que hizo realmente rápido, volvió a levantar su volumen y se enfrascaron en un intercambio de palabras bastante ácido en el que yo era la estrella principal, repudiado por unos y alabado por otros. Finalmente, luego que los ánimos se calmaran un poco, lo que ocasionó que dejara de oir lo que hablaban, mi viejo subió a hablar conmigo. Yo luego de desayunar había vuelto a subir a mi cuarto, al oir el laberinto y enterarme de que se trataba había estado intentando comunicarme con Andrea pero la muy cabrona no respondía. A lo hecho pecho. "Si pa, estuve con ella, pero eso fué en Diciembre, no la he visto desde esos días", "no, no sé si será mío, no la conozco muy bien". Agarramos y pasó pues, cosas de las fiestas navideñas y de fín de año. La verdad, me había extrañado no volver a verla, pero cuando llamé a su casa en enero nadie contestaba. Mi cocho bajó, pero no sin antes decirme "Si lo que dice el padre es cierto estas jodido, la has cagado hijo, la has cagado, ah y ni se te ocurra bajar". No pude sentirme peor.

Al rato el tipo se fué, mis viejos subieron, el sermón empezó. Yo estaba tan sorprendido por lo que me acababa de enterar que no recuerdo todo lo que me dijeron, y ni falta que hace tampoco. Mientras ellos hablaban mi mente andaba en otra cosa. Me veía de pronto vestido de negro y a mi lado Andrea panzoncita y de blanco, la gente alrededor nuestro mirándonos y murmurando, y esa horrible música ... No, ese no podía ser mi destino, había que hacer algo y ya. Les dije a los viejos que yo iba a arreglar todo y fugué. Creo que no quería ver las lágrimas de mi vieja tampoco. Mi primera estación fue la casa de Alexa, que fué por quien conocí a Andrea. Le pregunté por ella. "Esta en Trujillo con su mamá, en la casa de sus abuelos", "No, no he hablado con ella en estos días". No era un comienzo muy alentador, pero por lo menos ya sabía que había sido de su vida todo este tiempo: veraneando en Huanchaco. De ahí enrumbé donde Gio, pero tampoco sabía nada ¿Esta chica no tenía amigas íntimas o qué?. Finalmente llegué donde Fiore pero no estaba. Chesss, ya era hora de almuerzo casi y estaba cerca de la casa del gordo, le caí. El gordo andaba medio depre por no haber ingresado, y le hubiera vacilado un rato de no ser por que de tanto andar pensando en lo que había pasado, a estas alturas ya estaba palteado de verdad. Mientras nos tomábamos una coca en su cuarto le conté todo. "Puta, que huevón eres cuñao", "Sí, ya sé, pero porqué, o sea ¿es pendeja la Andrea?, digo ¿Sera verdad? que es mío digo". No solo estaba palteado sino que estaba perdiendo facultades, creo que no me había dado cuenta que estaba en estado de shock. El gordo me dijo que le esperara un toque y se fué. Mientras tanto me puse a revisar sus discos, encontré un pirata de los Chili Peppers que no había oido y "Nine Lives" .. ¿Que hacía el gordo escuchando Aerosmith?. El gordo regresó con un Baccardí de su viejo a menos de la mitad, sirvió en la tapita y me la dió. Me la zampé sin saborearlo. El gordo se tomó otro y cerró la botella. "Mira cuñao, la Andrea no es pendeja, todo lo contrario, es hasta muy inocente, la verdad no sé como te la has podido tirar, o como te ha atracado. Pero bueno, el asunto es que si ella lo dice es verdad, no es falsa". Ta mare, eso significaba que de veras estaba en problemas. "Pero eso no es lo peor" continuó "Sabes que es hija única (si) y es la niña mimada de su viejo, si el viejo te quiere joder, te jode, trabaja con militares, mi viejo lo manya alguito, dice que les vende cosas, no sé más". Eso me explicaba en parte su comportamiento medio prepotente, pero claro, en una situación así, cualquiera. "Así que si quiere que te cases, caballero, yo puedo ser tu testículo, jajaja". Nadita de gracia que me hacía la idea. El gordo continuó "Ya has hablado con Andrea", "No, no lo he vuelto a intentar", "Hazlo y ponte de acuerdo con ella", asentí y le dije que me preste su teléfono. Llamé a su casa, luego de varias timbradas contestó ella misma. Su vo sonaba apagada, no me reconoció, le dije quien era, el tono de su voz cambió "¿Que pasó con mi papá? cuenta que te dijo" le conté brevemente. "Dios, menos mal, de aquí salió diciendo que te iba a matar, claro que no lo iba a hacer, pero tenía miedo, el anda armado, sabes". Un escalofrío me recorrió el cuerpo ¿Había estado en peligro de muerte y no lo supe?. Bueno, era el momento de la verdad, tenía que preguntárselo aunque no quisiera hacerlo. "Andrea ¿Lo que dijo es cierto? estas....", "Sí, no lo supe hasta hace unos días, a veces no me da la regla y normal, al otro mes todo bien. Pero dos meses seguidos no me dió, me hice ver y salió, casi me muero, se lo conté a mamá y casi me mata, por eso no te pude avisar, me quito el celu, me castigó, quería que abortara para que mi padre no se entere, fue horrible". Su voz sonaba casi quebrada. "Andrea, yo ... si tu quieres ...", "No, ya sé lo que vas a decir, pero no, he pensado mucho estos días, anoche me quedé hasta tarde hablando con mi papá, y casi estamos de acuerdo, tendré mi hijo pero no me casaré contigo", "Pero Andrea yo ...", me sentí rechazado, de pronto quería casarme. "No me malinterpretes, me gustas, pero no creo que te ame, ni nos conocemos bien, y lo sabes. Además papá dice que el puede hacerse cargo de todo, y no quiere que yo pierda mis estudios por esto. Oye papá está llegando, llamame mas tarde". Cortó. Me quedé en silencio un rato, el gordo sólo me miraba. Al rato, suspiré hondo y se lo conté. El gordo siguió mudo, pero agarró nuevamente la botella de ron y me sirvió, me lo zampé mas rápido aún que la vez anterior. Finalmente me dijo "Creo que tienes suerte, pero no sé, es raro esto". Asenti. Me quedé un rato más sin hacer nada y luego me fuí. Al pasar por el comedor la mamá del gordo me dijo que me quede a almorzar pero no tenía hambre, inventé cualquier excusa y terminé de irme.

Al llegar a casa no había nadie, subí a mi cuarto y seguí pensando, pensé tanto que me quedé dormido. Mamá llegó como a las seis y me despertó, me hizo comer algo, le conté todo. Me dijo que ya lo sabía (Queee?), el padre de Andrea había llamado a eso del mediodía, primero se disculpó por lo de la mañana y luego le dijo lo que quería realmente, que yo reconociera al niño y nada más, acto seguido le invitó a su casa para conversar, ese mismo rato. Mamá fué, con papá. El tipo les explicó lo mismo, que si bien estaba muy contrariado por lo sucedido, respetaba las decisiones de su hija y la apoyaba, y que esto no debía ser un obstáculo para lo más importante, los estudios de nosotros, los muchachos. Mamá dijo que papá se ofreció a correr con todos los gastos del embarazo, el tipo dijo que no era necesario, papá insistió, mamá también. El tipo dijo que después lo verían, ahí quedaron. Así fué decidida una parte de mi vida sin que yo estuviera presente.

Los días pasaron y no llamé a Andrea, me sentía molesto, ¿Por qué no me llamaba ella a mí?, los días se hicieron semanas y meses. Un día mamá me dijo que ya faltaba poco ¿Y cómo lo sabía?, ella habia comprado todo el ajuar para la bebé, sí, era una niña, y lo habia llevado a la casa de Andrea, me dijo que no había ningún problema y que Andrea estaba bien panzoncita. La verdad no me interesaba, o eso creí. Unos días después mamá me fue a esperar a la salida de la universidad y me llevó a una clínica. Ya había nacido la bebé. La ví por la luna de la sala de recién nacidos. Una cosita roja y sin pelos que berreaba todo el rato. Una enfermera le dió un papel a mamá y nos fuimos a la municipalidad, mamá hizo un papeleo, yo firmé. Regresamos a la clínica, pero esta vez al cuarto donde estaba Andrea. Entré. Ella estaba dormida. Le acompañaban una enfermera y su mamá. Saludé. Me respondió secamente. La madre claro. Mamá se puso a hablar con ella. Yo paseé la vista por el cuarto, había varios ramos de flores, miré la tarjeta del que estaba más cerca a mí. Tenía mi nombre. Ya iba a abrir la boca cuando oí que mamá se despedía, hice lo mismo y nos fuimos.

Todo el camino no hablé con mamá. Ella intentó charlar algo, pero al ver mi falta de interés desistió. En la noche busqué al gordo "Ya soy padre" le dije. Menos mal que era viernes y al día siguiente no había que ir a la U, porque nos metimos una tranca del carajo. El gordo dice que lloré. Yo no me acuerdo. Sólo sé que me sentía muy raro.

A las dos o tres semanas, mamá me dijo para ir a visitar a Andrea, no quise al principio pero luego acepté. Andrea estaba sola con la bebé y una empleada. Nos saludamos pero le noté cierto distanciamiento. Mamá cargó a la bebé y luego hizo que yo la cargara, cuando la tuve en mis brazos me tomó una foto. La bebé había cambiado, ya no lloraba tanto y tenía una pelusita en la cabeza. Sus ojos me miraron y pensé que iba a llorar como antes, pero finalmente no lo hizo. Era hermosa, se parecía a su madre, pero no en todo. Cuando miré a Andrea para compararla noté que me observaba atentamente y que sus ojos estaban húmedos, al darse cuenta se volteó a arreglar las sonajas de la bebé que estaban sobre su cama. Nos quedamos un rato más y luego nos fuimos. Casi todo ese rato me la pasé cargando a la bebé o haciéndole jugar una vez estuvo de nuevo en su cuna. No sé por qué lo hice, normalmente detesto a los bebes, pregúntenle a mi hermanos menores si quieren, o a sus madres, soy el terror de ellos. Pero bueno, de cualquier manera sería la última vez que lo haría. Cuando en un arranque de paternalismo quise visitarles de nuevo a los pocos días, me dí con la sorpresa que la casa estaba alquilada, Andrea ya no estaba, había otra familia viviendo allí.

Lo que pude averiguar fué que su viejo se la había llevado a Miami, bueno, en realidad todos se habían mudado. Pero el viejo siempre venía por sus negocios. Nunca nos cruzamos. Poco a poco me fuí olvidando de la bebé, pero un día mamá me dió una foto, "Guárdala" me dijo, "tu hija cumple un año hoy". Era la foto que me tomó el día que visitamos a Andrea en su casa. Mierda, no sé por qué casi lloré delante de ella, subí a mi cuarto y me quedé mirándola. Ese día decidí algo que no cumplí sino dos años después. A finales del dos m il arreglé mis cosas de tal manera que pudiera pasar el año nuevo en Miami. Cayo, Toño y el Muelón tenían años viviendo allá y me habían dicho que me podía quedar en la casa de cualquiera de ellos. Una vez allá me las arreglé para dar con la dirección de Andrea, ya que en Lima nadie parecía tenerla exactamente. Me armé de valor y fuí. El Muelas me llevó pero no quizo bajar de su carro, "Te recojo en una hora" me dijo. No necesité tocar el timbre, ella estaba en la entrada de su casa sentada leyendo un libro y mi hija correteaba por el jardín atrás de un perrito lanudo. Nos saludamos, ella llamó a mi hija: "Carlita ven", y Carlita se acercó con el perrito en brazos. Su sonrisa era preciosa. "Saluda al tío", "Hola tío", me agaché y ella se empinó para darme un beso. Fueron sensaciones encontradas, por un lado, aunque ya lo sabía y lo había aceptado en una previa conversación telefónica, me chocó que me llamara tío, por otro lado fué el beso más dulce que recibí en mi vida. Nos sentamos y conversamos. Andrea me contó en versión extendida lo que me había dicho brevemente por teléfono. Mientras lo hacía la observaba, ya no era una chibola, era una mujer segura de si misma que sabía lo que quería. Quizás siempre lo había sabido. En eso Carlita se paró delante mío, traía sus muñecas y me las presentó una por una, me empezó a hacer preguntas, jugaba, entraba a su casa, regresaba, capturó mi atención totalmente. Me acordé que había traido cámara y le dije a Andrea que me tomara unas fotos con Carlita. Seguimos jugando. Al rato llegó el Muelas, bajó del carro y se acercó, le presenté a Andrea y a Carlita. "Otro tío" dijo ella. Estábamos en eso cuando llegó Salvador en su carro, o al menos yo lo supuse, y efectivamente asi era, pues mi hija salió disparada gritando "Mi papitoooooo". Aguanté las presentaciones de rigor como pude y nos despedimos casi de inmediato. Si hubo un beso más dulce que el que Carlita me dió al llegar fué el que me dió al despedirnos, se colgó de mi cuello y me dijo "¿Cuándo vuelves tío?", le mentí que pronto. Entonces le dije al Muelas que me trajera el paquete que había traido y que se había quedado en su carro, lo hizo y se lo entregué a Carlita. "Para tí" le dije, lo recibió y corrió donde Andrea "Mami, mami, mira", no esperó para romper el papel de regalo y sacar la muñeca que le había escogido "Que linda, mami", "¿Que se dice hijita?", ella se volteó y me dijo "Gracias tío". Le sonreí y subí al carro. Muelas arrancó mientras les hacía adiós por la ventanilla. No les he vuelto a ver.

A veces, cuando menos me lo espero, me acuerdo de ella. Sé que así es mejor, pero igual quisiera tenerla a mi lado. Andrea me dijo que algún día ella lo sabrá y entonces será su decisión qué hacer al respecto. Quien sabe que pasará entonces. Mientras tanto las navidades son insoportables para mí. Todos los años le envío regalos por navidad y su cumpleaños, pero quisiera dárselos yo mismo. Cuando veo otras niñas de su edad pienso que me estoy perdiendo los mejores años de su vida, y es difícil soportarlo, miro sus fotos y sé que la vida tiene un sentido, pero también que éste me es esquivo. Por lo general trato de eliminar esos pensamientos de mi cabeza, pero lo que no puedo apartar es la sensación de estar desperdiciando mi vida y no hacer nada al respecto. ¿El sentido de la vida?, sí, lejos, muy lejos, pero existe. Se llama Carla y es la niña más hermosa del mundo.
:: posted by yo23, 11:08 p. m.

14 Comments:

Buscala, es tu hija, tienes derecho a ella.

Suerte!
Blogger geek, at 12:49 a. m.  
hay me da flojera leerlo..a ver si pones el resumen ps...bye
Anonymous Anónimo, at 1:59 a. m.  
Vaya, que unanimidad de opiniones. No pretendo estar en la mente de Yo-23, pero hay algo a tener en cuenta. ¿Que le puede ofrecer él a su hija?, ya sé, es suya y tiene tanto derecho como la madre, pero recuerden que los tribunales siempre dan preferencia en estos casos a la madre. Pero veamos, sacarla de un hogar, aparentemente completo y de acuerdo a lo que se supone debe ser una familia para un niño pequeño, para llevarla donde un padre que a pesar de quererla mucho probablemente no tenga la necesaria cantidad de tiempo para dedicarle, ¿para que la crien los abuelos, que digo, la abuela?, en otras palabras, ¿Para llevarla a un hogar disfuncional?. No me parece, realmente. Eso se llama capricho o egoismo.

Y me aventuro a pensar que nuestro joven amigo y blogger lo sabe, por eso que acepta esta situación, con todo el dolor de su corazón claro. Y es que saben algo, cuando uno ama, cuando uno realmente ama, uno no importa, importa la persona amada, su bienestar, sobre todas las cosas.

Y bueno, demasiado sentimentalismo para mi por hoy, no suelo hacer este tipo de comentarios, pero me provocó. Se va a desdibujar mi imagen déspota en la lista, y no lo puedo permitir.
Blogger Juan Arellano, at 12:38 p. m.  
Gerald
Sabes tu historia, todo lo narrado, me ha hecho llorar, en serio, explicas con lujos de detalle lo que tu hija significa para ti, en mi caso, tengo a mi hija a mi lado, pero ay del futuro que nos espera pues su mama y yo estamos separados, y quien sabe algun dia se ira lejos y no se que sera de mi, el no poder tenerla cerca.
Saludos y trata de tener mas contacto con tu hijita, ya que los hijos son los tesoros mas bellos que podemos tener.
Anonymous Anónimo, at 2:07 p. m.  
Con un padre como tú, jamás quisiera ser ella... Ni la busques, qué horror!
Anonymous Anónimo, at 7:38 p. m.  
seleccionado para post recomendados.

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Anonymous Anónimo, at 12:21 p. m.  
Al final la verdad se acaba sabiendo, prefieres que tu hija te descubra por otros o por tí mismo? Todo es tu decisión.
Blogger Dinorider d'Andoandor, at 4:59 p. m.  
Excelente post. Disculpa el adjetivo, no encontré otro mejor para decir que tu testimonio nos da la oportunidad de explorar nuestra condición humana y toda esa complejidad que hay tras cada decisión.
Los comentarios de CyberJuan, Kathy y Gerald son acertados, son apreciaciones personales y su validez esta en la honestidad de las diversas sensaciones.
Mi caso es parecido al de Gerald y el asunto, para simplificar la idea lo voy manejando tratando de subordinar mis acciones y pensamientos a mis sentimientos. Para mi, alinear esos tres aspectos en esa prioridad es fundamental para poder vivir en paz.
Yo 23. No esperes a que tu hijita tenga esa edad para que descubra lo que sientes por ella. Al margen de las circunstancias con su mamá lo importante es que ella si lleva tu sangre y desde ya eso te vincula a su vida, no se puede pretender olvidar lo que si puedes elegir es que tipo de relación quieras tener con ella... no importa si ahora o después te llamé papá o tío... creo que lo que mandará será cuán cerca ella te sienta. Llegará el tiempo de hablar de eso por ahora, como bien menciona CyberJuan es su bienestar y su equilibrio emocional y para eso hay que sumar los mejores esfuerzos en conjunto.
Ayuda mucho ponerse en el lugar de los demás, de hecho la empatía nos da perspectiva hacia adelante pero también hacia atrás y trata de verte a ti mismo y la relación que tienes con tus padres. Si piensas que hay algo que debe cambiar para mejorar creo que tienes una extraordinaria oportunidad de crear ese tipo de relación entre tu hijita y Tu... la vida no es fácil y en esto no hay estereotipos...y creo que dependerá absolutamente de ti ir creando ese espacio que querrás compartir en el futuro con ella, espacio que solo será de los dos y nadie más.
Blogger Arturo, at 11:38 a. m.  
y mas adelante (y aunque suene raro o casi imposible) ella va a necesitar de su REAL padre... porque nadie quiere o siente igual que el verdadero y si en serio la quieres y necesitas verla, ella va a entender... tal vez no de inmediato pero finalmente si. No solo tienes derecho tu a verla sino tiene derecho ella a saber que tiene un papá que si la quiere y que estara ahi.. lejos pero estara o no?
Anonymous Anónimo, at 11:08 a. m.  
asu, la historia es dura. Te quitaron a tu hija, choche, debe ser horrible. En fin. Tu capacidad para escribir la historia tiene mucho talento, deberías escribir más y todo, bla bla bla
con respecto a tu hija, yo q tú no me separaría de ella y vería la manera de mantenerme en contacto. Al final la verdad siempre sale a la luz. Haz lo posible por no quedar como EL MALO DE LA PELÍCULA, toma en cuenta esto último...
Blogger marc, at 4:37 p. m.  
V
Anonymous Anónimo, at 1:04 p. m.  
Veo que tu te la dejaste quitar, en el fondo no querias saber nada de hijos y no asumiste tu responsabilidad, si hubieras dicho algo y asumido tu rol de padre desde el principio no tendrias este problema... yo creo q este post lo haz escrito en un momento de melancolia, porq si quisieras figurar en la vida de esa niña como padre hace tiempo lo hubieras hecho.
Anonymous Anónimo, at 1:06 p. m.  
Que dilema. A mi me pasó algo así (me refiero a Carla). No es necesario que vivas junto a ella o que la veas todos los días, lo importante es que sepa que estás allí para ella y que, de alguna manera, le importas a pesar de las trabas que puedas tener.

Las muñecas se rompen con el tiempo así como todos los regalos que puedas enviar... simplemente no valen da nada si no tienen un significado especial ... "¿te acuerdas cuando de pequeña te mandé eso?", "¡no!" no valdrá como disculpa o yo-si-me-acordé-de-tí. Cuanto hubiera dado porque mi padre se haga presente en mis actuaciones de colegio, cuando tocaba en la banda o cuando competía en la federación de natación...
Anonymous Anónimo, at 5:31 p. m.  
Tio, lei todo el post, me agrada como llevas las cosas, se siente muy real, aunque no es creible la denominacion de mama, papa, sin el tipico articulo posesivo a la peruana. Hay mas detalles para afinar, pero me agradó la fluidez, se deja leer y digamos que es una historia comun con la cual es facil sentirse identificado con los personajes ( ya ves todos los comentarios anteriores, no?)

Te felicito, porque has conseguido algo que de por si ya es dificil: captar la atención del lector con un post largo.
Bueno te sigo leyendo.
Blogger Laura Martillo, at 10:25 p. m.  

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